Bote de cristal de sacarina en polvo. Costosito de decorar, pero me emperré rebuscando por la red en hacerlo similar a uno que ví y que imprimí para ver todas las chominaditas que tenía. Lo hice un poco a mi manera con pasta de papel, que me entusiasma: setas, caracol, calabaza, florecillas, puertas, ventanas, tejas (esas son compradas), tubo de chimenea y cigüeña con nidito de rafia natural, piedritas de verdad en la base y como pie una peana de madera con patitas. Me llevó cerca de dos meses hacerla, aunque claro, voy únicamente a clase los martes dos horas, así que reales fueron 16 horas del ala.
Una vez seco todo... a pintar. Y a vivir del cuento, del cuento de mi tarro.
Os dejo también unos detalles más cercanos de algunas de las partes de esta casita de cuento: