No sé qué hacer con ellos, la verdad. Me gustó mucho decorarlos, pero ahora no sé si ponerles dentro tiestos con plantas de las buenas, no de mentirijilla, o si colocarles algo falso que quede aparente, aunque para eso debería encontrar algo que mereciera la pena y lo que he visto no me lo ha parecido. Así que ahí están ellos a la espera de lo que servidora les quiera colocar, tristones y mirándome con carita a ver qué puedo hacer por ellos, jajaja.
Son metálicos, me costaron nada y menos y ahora duermen el sueño de los justos.
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